Violeta Africana
La Violeta necesita estar ubicada en un sitio luminoso, pero sin recibir directamente los rayos del sol. En Otoño e Invierno se puede colocar cerca de la ventana.
A la Violeta le gusta estar en una atmósfera húmeda. Hay que evitar mojar las hojas y las flores, para evitar su pudrición. También hay que evitar el exceso de riego, pues es muy delicada con el agua. Se pudre con mucha facilidad.
El riego ideal sería que coloquemos nuestra Violeta en un plato y poner en este el agua, de manera que empape durante un rato y luego retirar el exceso de agua. De esta manera conseguiremos un riego correcto.
En Primavera y Verano regar dos veces a la semana. Ya en Otoño debemos disminuir los riegos a una vez por semana. En Invierno regar cada 15 días.
Se debe abonar en Primavera y Verano, ya que es el período de crecimiento y floración. Es bueno limpiar el polvo que se acumule en sus hojas con un pincel. No se recomienda usar ningún tipo de abrillantador, ni pulverizar agua sobre sus hojas.
La Violeta se puede trasplantar a una maceta que sea ligeramente más grande a la que se encuentra en ese momento. Esto se debe realizar cuando se le este quedando ya pequeña la que ya tiene, y el follaje de sus hojas sea espeso, y la maceta esté llena de raíces.
Se puede multiplicar por semillas, aunque la manera mas conocida es cortando una hoja y plantándola directamente en sustrato. Ira enraizando al cabo de unas semanas.