Bonsái Carmona ó "Té de Fukien"
El origen de esta variedad se encuentra en Asia tropical, China meridional y Sudeste asiático (Taiwan, Vietnam, Corea y Japón).
Este bonsái es un árbol tropical de hoja perenne muy cultivado como bonsái. Su crecimiento es rápido, vigoroso.
Tiene unas hojas muy vistosas de un color verde intenso, brillantes en la cara superior y más claras en la inferior. Da unas hermosas y aromáticas flores blancas, de un tamaño minúsculo a finales de primavera.
Se adapta muy bien como bonsái de interior. Hay que ubicarlo en un lugar muy bien iluminado, a ser posible cerca de una ventana, aunque no debe recibir los rayos directos del sol. Si queremos colocarlo en exterior, debemos saber que debe de estar a la sombra y en zonas cálidas. No tolera las heladas. En climas fríos deben situarse en interior.
El bonsái Carmona necesita de un ambiente húmedo. Si se cultiva como planta de interior, vaporizar diariamente el follaje. Si no es posible el vaporizado diario, se puede colocar la maceta sobre guijarros húmedos sin que la maceta esté en contacto con el agua; esto producirá un aire húmedo alrededor de la planta.
Hoy en día existen sustratos específicos para bonsáis, aunque en general se puede usar tierra para plantas de interior o prepararse una mezcla de tres componentes: arcilla, turba, arena en la proporción 2 partes de arcilla, 2 de turba y 1 de arena. También como otra opción es utilizar solamente Akadama, o mezclarla con un 20% de grava volcánica.
El trasplante de este hermoso bonsái debe realizarse cada 2 ó 3 años, a finales de primavera, con un ligero recorte de raíces. La poda de las raíces se realizará simultáneamente al trasplante y, en ocasiones, también a la reducción de la parte aérea.
Se debe de regar en abundancia en verano, y de manera más moderada en invierno. No obstante, hay que mantener siempre la tierra con una humedad constante, ya que el Carmona se contrae fácilmente al secarse la masa de raíces y ya no vuelve a recuperarse.
Se recomienda abonar cada 15 días con abono líquido para Bonsáis desde principios de primavera a otoño, con una pausa de unos 40 días durante la estación más cálida. En invierno, 1 vez al mes o cada mes y medio.
El exceso de abonado de nitrógeno reduce o anula la floración.
El Carmona es un bonsái que permite ir cortando las ramas a lo largo de todo el año. Los brotes nuevos se cortan siempre hasta dejar 2-3 hojas, cuando ya han aparecido 6-8 hojas.
El tipo de poda más usada es la de aclareo, en al que eliminaremos los brotes que se cruzan con otros o los que crecen hacia arriba o hacia abajo.
En general, no precisa de alambre para conseguir una buena formación.
Si decide colocar alambres, se puede colocar en cualquier momento del año, en los brotes jóvenes sólo cuando estén maduros (alto leñosos). Guíe los ramos semi- maduros con alumbre de cobre, que se dejará colocado de 6 a 8 semanas (no debe permanecer más de 3 meses en el bonsái).
En este video explican muy bien los pasos a seguir para llevar a cabo una poda correcta.
Las plagas más comunes son: pulgones, ácaros y cochinillas, contra los cuales utilizaremos un insecticida.
Mildiu
Mildiu y Moho negro, son las enfermedades que lo atacan.
El Carmona permite la multiplicación por esquejes. Es relativamente fácil, sólo hay que tener en cuenta que cuanto más leñosa sea más tardará en enraizar.
La multiplicación se puede realizar en cualquier época, pero sería mejor realizarla entre finales de primavera y principios de verano.
Lo ideal es que los tallos a emplear que fuesen de 3 a 6 cm de largo, que enterraremos longitudinalmente a no más de 2 cm. El tallo se impregna de hormonas de enraizamiento en donde se ha realizado el corte.
En buenas condiciones los esquejes enraizan en unas 3 ó 4 semanas y logramos un brote por cada una de las yemas del esqueje.
También se logra la multiplicación por semillas. Trasplantar del semillero cuando las plantas tengan de 4 a 6 hojas utilizando macetas de plástico pequeñas, apróximadamente de 9 cm de diámetro.
Otro video con explicaciones sencillas y muy interesantes, sobre como conseguir esquejes de nuestros bonsáis.